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miradalterada

No es lo mismo

Cuestión de derechos.
Esta es la justificación que se ha dado para la aceptación de la nueva legislación en cuestión de equiparación de derechos civiles entre los diferentes tipos de uniones; o más concretamente: para la equiparación de derechos entre el matrimonio heterosexual y la unión de parejas homosexuales.
Parece que el problema seria una defensa irracional y homófoba que los defensores del matrimonio homosexual realizan enfrentándose a los defensores de los derechos civiles, de la igualdad y de lo moderno.
Pura falacia.
No se trata de homofobia, ni de pretender mantener en el ostracismo y el silencio a un colectivo; si no mas bien de llamar a las cosas por su nombre.
¿Qué es un matrimonio?

Matrimonio, es la unión estable entre hombre y mujer, convenida de acuerdo con la ley, regulada y ordenada a la creación de una familia. No se trata de una creación técnica del Derecho, sino de una institución natural que el ordenamiento regula en interés de la sociedad.
Son caracteres del matrimonio según la concepción corriente en los países civilizados: a) constituir un vínculo habitual con vocación de permanencia, dirigido, por su propia finalidad, a la convivencia y colaboración de los cónyuges en un hogar, formando una familia en cuyo seno nacerán y se criarán los hijos si los hubiere, y b) resultar de un acto jurídico bilateral celebrado en un concreto momento: la boda. Este acto se halla regulado, con carácter solemne, por la ley como creador exclusivo del vínculo reconocido por el Estado.
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El Matrimonio está definido como la unión estable entre un hombre y una mujer para formar una familia. La pregunta es ¿Por qué no dos hombre o dos mujeres?, ¿no tienen el derecho civil a unirse estos colectivos?. ¡Claro que esto colectivos tienen derecho a unirse!; y como cualquier otro colectivo, tendrán todos los derechos que la ley tenga a bien reconocerles. ¿pero son un matrimonio?.
Conceptualmente NO. El matrimonio es la unión entre dos personas de diferente sexo.
¿Por qué no aceptar matrimonios de tres personas?, ¿Por qué no aceptar la poligamia con todas sus consecuencias?.
Podrán darse y reconocerse derechos, pero debemos intentar llamar a las cosas por su nombre.
Respetando sus derechos; respetando siempre a las personas; la homosexualidad, masculina o femenina, constituye una unión contra natura (que nadie se asuste, esto sólo quiere decir que en el mundo natural no se da normalmente); y no solo eso, mirándola desde la óptica cristiana, es además un acto pecaminoso, contrario a la voluntad divina. Cierto que ninguna de estas razones sirve para restar derechos a la persona; pero tampoco eso es lo que se pretende.
Civilmente los homosexuales, como los polígamos o cualquier otro grupo, tienen sus derechos, pero es importante que reconozcamos los derechos de cada grupo sin pretender alocadamente dar a un grupo las prebendas de otro.
¿Puede un hombre amar a dos mujeres?; quizás, pero no pueden formas un matrimonio por ser tres, y no tendrán los derechos de este, si no los que correspondan legalmente a su grupo; ¿pueden dos hombres o dos mujeres unirse para convivir?, posiblemente, pero no son un matrimonio, por tener el mismo sexo; ni debe, por decidir unirse, tener los mismos derechos que un matrimonio, si no los que legalmente se le consideren y se le reconozcan. Pero toda equiparación automática llevaría implícita una injusticia con algunos de los grupos.
¡Y nos se trata de homofobia!, no odio a ningún homosexual, como no odio a ningún polígamo, ni odio, en general, a ningún hombre o mujer.
Pero cada cosa es lo que es y no es otra.
Como dice un famoso cantante: “no es lo mismo…”

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