Ratzinger vs dictadura del relativismo
Habemus Papa... y ademas de su edad (78 castañas); su multitud de titulos (teologo, defensor de la fe, fundador de institutos de estudios teológicos, etc); la multitud de idiomas que habla (en algún lugar he oido decir ¡¡18!!) y su precaridad física (padece diabetes, como yo); apenas sabemos nada de él.
Que nadie se preocupe, en cualquier caso las cadenas de televisión, los periódicos, las revistas, y la multitud de "especialistas en el tema" que comienzan a aparecer como setas tras la lluvia; muy pronto nos informarán para que sepamos de Joseph Ratzinger mas que él mismo.
Hay una cosa, sin embargo, que me ha llamado la atención; apenas 48 horas antes de su elección como Sumo Pontifice de la Iglesia Católica, ha dicho algo que creo se debe destacar; dijo que "Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida solo el propio yo y sus ganas".
Y de pronto me descubro concordando con el pensamiento de un hombre que esta cualquier cosa menos cercano a mi; descubro que el Papa Benedicto XVI y yo, un humilde pastor evangélico perdido en una esquinita de esta gran España, estamos de acuerdo en algo realmente fundamental.
Hoy en dia, uno de los mayores peligros que acechan a la humanidad es una "plaga infecciosa" y altamente contagiosa de relativismo. Nada es absoluto. Hemos pasado de unos años en los que los absolutos amenazaban con asfixiar lentamente a la libertad; a una época en que esta está enferma y al borde del obito por una brutal infección de relativismo.
Como decia el nuevo Papa antes de ser elevada a su recien extrenada dignida; la única medida de las cosas son el propio yo y sus deseos. Parece que es imposible encontrara un referente firme y absoluto en una sociedad que cada vez mas mide las cosas unicamente a traves de su propio deseo y su propia conveniencia. Una sociedad donde es imposible un acuerdo básico, porque no existe una base lo suficiente firme para recurrir a ella como minimo común; si no que la discordia se nutre de un egoismo creciente, de un desinterés casi general en el otro; de unos deseos propios que son la unica medida de todo.
Con el paso del tiempo, nuestra sociedad ha rechazado poco a poco casi todos los absolutos; y aún hoy se pelea para derribar las ultimas referencias de bien o mal general; asi algunos deseaban del nuevo pontifice que "sepa sacar a la Iglesia Católica de un inmovilismo doctrinal, y la sepa llevar al camino de la modernidad".
Quizás lo próximo que se pida de la Iglesia Católica, despues de algunos modernos consigan (Dios no lo quiera) convencerla de que: la homosexualidad es una opción valida para el Dios de Amor cristiano; el aborto un mal necesario en muchas ocasiones, el investigar con embriones congelados mucho mas que jugar con futuros seres humanos tan dignos como el que mas; quizás al final hasta convezcan, decia, a la iglesia católica de que cualquier camino vale para acceder a Dios; y el cristianismo es sólo una mas de ellos.
Oraré por que este hombre que va a regir y dirigir a unos 1000 millones de creyentes sepa evitar este relativismo que no es sino un cancer en el organo moral de la humanidad. un cancer mortal, y me temo que irreversible, si no se toma el antidoto correcto: "solo fe, solo gracia, solo escritura".
Ojalá el partisano ratzinger pueda colaborar a derrotar a ese dictador inmisericorde del relativismo.
Aún quedan absolutos, y Jesús es la medida de todos.
Que nadie se preocupe, en cualquier caso las cadenas de televisión, los periódicos, las revistas, y la multitud de "especialistas en el tema" que comienzan a aparecer como setas tras la lluvia; muy pronto nos informarán para que sepamos de Joseph Ratzinger mas que él mismo.
Hay una cosa, sin embargo, que me ha llamado la atención; apenas 48 horas antes de su elección como Sumo Pontifice de la Iglesia Católica, ha dicho algo que creo se debe destacar; dijo que "Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida solo el propio yo y sus ganas".
Y de pronto me descubro concordando con el pensamiento de un hombre que esta cualquier cosa menos cercano a mi; descubro que el Papa Benedicto XVI y yo, un humilde pastor evangélico perdido en una esquinita de esta gran España, estamos de acuerdo en algo realmente fundamental.
Hoy en dia, uno de los mayores peligros que acechan a la humanidad es una "plaga infecciosa" y altamente contagiosa de relativismo. Nada es absoluto. Hemos pasado de unos años en los que los absolutos amenazaban con asfixiar lentamente a la libertad; a una época en que esta está enferma y al borde del obito por una brutal infección de relativismo.
Como decia el nuevo Papa antes de ser elevada a su recien extrenada dignida; la única medida de las cosas son el propio yo y sus deseos. Parece que es imposible encontrara un referente firme y absoluto en una sociedad que cada vez mas mide las cosas unicamente a traves de su propio deseo y su propia conveniencia. Una sociedad donde es imposible un acuerdo básico, porque no existe una base lo suficiente firme para recurrir a ella como minimo común; si no que la discordia se nutre de un egoismo creciente, de un desinterés casi general en el otro; de unos deseos propios que son la unica medida de todo.
Con el paso del tiempo, nuestra sociedad ha rechazado poco a poco casi todos los absolutos; y aún hoy se pelea para derribar las ultimas referencias de bien o mal general; asi algunos deseaban del nuevo pontifice que "sepa sacar a la Iglesia Católica de un inmovilismo doctrinal, y la sepa llevar al camino de la modernidad".
Quizás lo próximo que se pida de la Iglesia Católica, despues de algunos modernos consigan (Dios no lo quiera) convencerla de que: la homosexualidad es una opción valida para el Dios de Amor cristiano; el aborto un mal necesario en muchas ocasiones, el investigar con embriones congelados mucho mas que jugar con futuros seres humanos tan dignos como el que mas; quizás al final hasta convezcan, decia, a la iglesia católica de que cualquier camino vale para acceder a Dios; y el cristianismo es sólo una mas de ellos.
Oraré por que este hombre que va a regir y dirigir a unos 1000 millones de creyentes sepa evitar este relativismo que no es sino un cancer en el organo moral de la humanidad. un cancer mortal, y me temo que irreversible, si no se toma el antidoto correcto: "solo fe, solo gracia, solo escritura".
Ojalá el partisano ratzinger pueda colaborar a derrotar a ese dictador inmisericorde del relativismo.
Aún quedan absolutos, y Jesús es la medida de todos.
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